¿Preparado para las preguntas que te hagan consciente de que tú eres el único responsable de tu cambio, de que tú tienes la llave del futuro que deseas?
Ya Sócrates, en la antigua Grecia, utilizaba las preguntas para que sus alumnos llegaran a la verdad por sí mismos y precisamente la tarea del Coach consiste en eso, en ayudarte a conocer más profundamente tu situación actual y futura y que así puedas tomar mejor tus decisiones y acciones al respecto.
Lo mejor que puedes hacer por los demás no es enseñarles tus riquezas, sino hacerles ver la suya propia.
Goethe
La primera tarea y competencia del Coach será la escucha, una escucha empática desde la humildad y el desconocimiento, sin juicio de valor alguno. Indagando desde la aséptica curiosidad por conocerte, por trasladarse a tu mismo mapa mental, ese mapa desde el que has marcado y observas tu objetivo.
Las preguntas que te hará son preguntas que te pertenecen, preguntas puestas a tu servicio, para hacerte pensar y reaccionar, preguntas que te desafían y te harán moverte.
Tú ya te has hecho muchas preguntas antes de llegar hasta aquí, por eso las preguntas que te hará tu coach no pretenderán encontrar UNA solución, LA solución o SU solución, sino crearte consciencia, hacerte ver lo que antes no veías, que aflore en tí lo que permanecía oculto (aquello que realmente quieres, las herramientas de las que ya dispones para conseguirlo y no eres consciente).
“La mente no debe llenarse cual recipiente, sino encenderse como fuego”
Plutarco
Serán preguntas dirigidas al observador que eres, preguntas que pueden dejarte pensando un buen rato y que generalmente incomodan (de manera afable, pero que incomodan), ya que te desafían y tratan de sacarte de tu área de confort, de lo que habitualmente te cuentas y llevarte hacia el futuro, hacia la posibilidad, el cambio, el reto y la acción.
Son preguntas poderosas por el impacto que generan, te acercarán a resultados beneficiosos e inmediatos.
Un coach no te preguntará el ¿por qué?, ya que este va encaminado a la justificación, al victimismo, a centrarse en el problema. Tu coach te preguntará (entre otras muchas cuestiones) el ¿para qué?, ya que esta respuesta te incita, te empuja hacia el análisis, la evaluación, el conocimiento, la toma de decisiones, y por lo tanto hacia la acción y la consecución de tus objetivos.